Dicen que en la ciudad de Prypiat vive gente. A veces aparece ropa tendida en alguna ventana o un huerto donde antes no había nada. Un equipo de periodistas alemanes filmó a un hombre en bicicleta: llegó pedaleando por una calle, tocó el timbre y después siguió su camino. Prypiat, muy cerca de la central de Chernóbil, fue evacuada tres días después del accidente, en abril de 1986. Desde entonces es una ciudad prohibida. Pero dicen que allí vive gente.
"Lo atractivo de la narración de Javier Sebastián radica en este fino desarrollo de un mundo paralelo realmente imposible, que fluctúa entre lo irreal y lo auténtico. Esa oscilación entre lo documental y lo ficticio, sello distintivo del autor, resulta fascinante". Florian Borchmeyer. Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Jutta Person. Süddeutsche Zeitung
Alexandre Guillaume, CRIIRAD et Solo East Travel
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"Ante la cámara de la Focus WTV de Bélgica, el señor Hurvatov, restaurador de muebles viejos, se queja de que Liudmila, su mujer, quiere tener todo el día la luz encendida. Y eso no puede ser. Ella protesta: Pues ponme una vela, por lo menos. Entonces parecerás una muerta Liudmila se cruza de brazos. Ruslan Hurvatov, escucha bien lo que voy a decirte: Como me obligues a estar otra vez a oscuras, hablaré. Pobre Liudmila, pero tú qué vas a hablar, si no sabes nada. Desde que murió, explica el señor Hurvatov mirando con tristeza a la cámara, siempre está con lo de la luz. Le he dicho mil veces que se acabó la energía eléctrica, pero ella como si no me oyera. Que cuando te mueres ya no hay energía eléctrica que valga".
"El descubrimiento de la locura: novela de aventuras, thriller, historia de amor, una investigación brillante y magistralmente escrita". Korinna Henning. NDR
Premio Cálamo al Libro del Año 2011
http://www.heraldo.es/
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VASILI NESTERENKO (KRASNY KUT, 1934 - MINSK, 2008)
El físico nuclear bielorruso Vasili Nesterenko, protagonista de El ciclista de Chernóbil, fue uno de los encargados de las labores de extinción.
video.google.com/videoplay
Documentos de la ONU y de la AIEA, los protocolos secretos que difundió la diputada rusa Alla Yaroshinskaia, testimonios de gente que vive en la zona prohibida, fotografías en webs, correos electrónicos, las investigaciones del doctor Andrei Gudkov con el CBLB502, publicadas la revistaScience, las palabras de los muertos: esta novela es una averiguación. "Una novela perturbadora y certera que logra triunfar sobre lo irrepresentable" |
COLONOS DE LA VIDA RADIACTIVAPero El ciclista de Chernóbil también es una celebración de la vida y de la alegría. Pripyat es la ciudad donde las hermanas Zorina convocan un baile y el flaco Laurenti Bajtiárov canta románticas canciones de Demis Roussos, donde vive (o muere una y otra vez) el señor Hurvatov.
El ciclista de Chernóbil recorre desde la ficción novelesca una verdad que nos sobrevivirá a los seres humanos como especie durante miles de años.
"Una novela emocionante y llena de intrigas, de un realismo aterrador". Eva Karnofski. Deutschland Radio www.amcmh.org/PagAMC/downloads/DOSSIERCHERNOBIL.pdf Laurenti Bajtiárov, intérprete de canción ligera, subía al escenario de cine-teatro Prometeus y se ponía a cantar. Algunas veces le seguían los perros, pero él sabía defenderse y los mantenía alejados con un palo. Semyon Pozhar y él hubieran formado un buen dúo, pero no llegaron a encontrarse nunca. He aquí una canción de Bajtiárov en la ciudad vacía de Pripyat. Al final de escucha también la voz de Semyon Pozhar: www.bbc.co.uk/filmnetwork/films/p005c69b Pripyat, the city of the future. De David Bickerstaff |
1.536 BECQUERELIOS POR KILO
De El ciclista de Chernóbil : "Ah, no, si el niño guitarrista ya no está aquí, le dijo Dimitri Ermakov, de la escuela de Teremtsy, a Vasia cuatro meses más tarde. 1.536 Bq/kg eran demasiados becquerelios. Semyon, así se llamaba el pequeño de los Pozhar. Empezó a tener fiebre y no había manera de bajársela. ¿Se acuerda de su cara? Aunque usted ve a tantos niños que si tiene que acordarse de la cara de cada uno va listo.
Pues me acuerdo, fíjese, decía Vasia. Me acuerdo. Y de la canción que le compuso a su pájaro Anatoli. Y de la cara de Nadezhda también se acordaba ahora muy bien, una cara redonda y asustada, y de la de Víktor Kudriaguin, de la aldea de Malínovka. Ahora me voy acordando de algunos otros nombres, decía Vasia. De Liudmila y sus dibujos, en concreto de uno que se titulaba Adiós a mi amigo-perro. Y también de Antonina, que cantaba en un idioma que decía que se había inventado ella.
Luego desmontaba su espectómetro, lo metía en el maletero del coche y se iba a otro sitio. Y cada trimestre enviaba sus estadísticas al gobierno.
Algunos seguían mal, era el caso de Aleksandr Lasyi, de Polesye, que en noviembre tenía 1.064 Bq/kg y un mes más tarde ya no iba a la escuela.
En cambio, este niño va mucho mejor. Puesto que en la ficha de la primera visita tengo apuntado 173,6 Bq/kg y después de las tomas de pectina da 137,8. Porque te llamas Nikolai Pokusov, ¿verdad? El niño asintió con la cabeza.
Nikolai Nikolaevich Pokusov. Nacido en 1990. En Nisimkovichi.
Y a ver este otro, de nombre Eugenii Kozhemyakin. Pasa de 79 Bq/kg a 44,3. Tampoco está mal, pero que nada mal.
La enfermera tuvo que sentarse, se llevaba las manos a la cara. Mientras, Vasia lo apuntaba todo para su Informe de monitorización radiológica de los niños de los distritos de Vetka y Chechersk, en la región de Gómel. 2006.
Atención a Aleksandra. Aleksandra Petrovna Chubinets, de Svetilovichi. Pasa de 217,7 Bq/kg a solo 93 becquerelios. Hemos bajado el mal a menos de la mitad.
La enfermera quiso abrazar a Vasia, pero antes le pidió permiso. Estaba llorando. Él no esperaba una cosa así y se vio en un aprieto, pues la enfermera era una mujer de una belleza tan sincera que cohibía. Además, no sabía si estaba bien un abrazo delante de los niños.
Mírenle, muchachos, decía la enfermera mientras le apuntaba con el bolígrafo, él es la vida.
Ahora me acuerdo: Nesterenko. Vasili Nesterenko da la vida, cantaban aquellas caras. Y todos daban palmas. Y los que podían se ponían de pie. Sonreían. Vasia, viva Vasili, el profesor Nesterenko.
Me acuerdo. Nesterenko es la vida."
"La nueva novela de Javier Sebastián es un relato que emociona, honesto, sutil, que se desborda en infinidad de caminos para la investigación"
Antonio Cardiel. El Heraldo.
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